Cuando hablamos de bienestar animal, solemos pensar primero en una buena alimentación, en paseos regulares o juegos estimulantes. Pero hay un factor silencioso que sostiene todo lo anterior: el descanso.

El sueño no es un detalle para los perros. Dormir bien les permite recuperar energía, fortalecer su sistema inmunológico, consolidar aprendizajes, regular su estado de ánimo y mantener un equilibrio físico y emocional. Según especialistas, un perro adulto puede necesitar entre 12 y 14 horas de sueño diario, y los cachorros o adultos mayores aún más.

Cuando ese descanso es interrumpido, insuficiente o incómodo, empiezan a aparecer señales: irritabilidad, desgano, comportamiento nervioso, problemas digestivos o menor tolerancia al entorno. Es ahí donde como tutores debemos revisar el contexto: ¿tiene un lugar cómodo para dormir? ¿lo interrumpimos sin darnos cuenta? ¿lo ubicamos en zonas de mucho ruido o tránsito? ¿su cama es adecuada para su tamaño, edad o necesidades físicas?

Para los negocios pet shop, esto abre un universo de posibilidades: camas ortopédicas, mantas térmicas, espacios de descanso elevados, nidos antiestrés, colchones memory foam, o incluso adaptadores de clima. Acompañar el sueño de un perro es también acompañar su salud.

Dormir bien no es un lujo. Es parte fundamental de una vida equilibrada y feliz.