Viajar con perros o gatos puede ser una experiencia hermosa… o un estrés evitable. Todo depende de la planificación. Para garantizar seguridad y bienestar durante un traslado, hay que prestar atención a tres aspectos clave: el sistema de sujeción, la comodidad del animal y las condiciones del entorno.
Hoy en día existen transportadoras y cinturones de seguridad diseñados específicamente para mascotas, que incluso han sido sometidos a pruebas de choque (crash tests) para evaluar su resistencia en caso de accidente. Esto no es un detalle menor: elegir un transportín probado y homologado puede marcar la diferencia entre un viaje seguro o uno riesgoso.
Además, es importante que la mascota viaje en una posición estable y protegida —ya sea en el asiento trasero con arnés y cinturón, o en el piso del vehículo en su transportadora—, siempre evitando que vaya suelta o sobre el regazo. El auto debe estar ventilado, a temperatura estable, y con pausas programadas para hidratación, necesidades y estiramiento, especialmente en trayectos largos.
También es fundamental preparar a tu mascota antes del viaje. Hacer traslados cortos previos, acostumbrarla a su transportadora o al arnés, y brindarle elementos que le resulten familiares (como una manta, su juguete preferido o algo con tu olor) puede ayudar a reducir el estrés.
Viajar con una mascota es una gran responsabilidad. Pero con planificación, cuidado y los elementos adecuados, puede convertirse en una experiencia placentera para ambos.








