Hola, Rosali.

Cuando una perrita llega de otro país y atraviesa un cambio tan grande de entorno, es bastante frecuente que aparezcan cambios en la aceptación del alimento e incluso rechazo. El estrés del traslado, la adaptación a un lugar nuevo, nuevas personas y rutinas pueden afectar mucho el apetito.

Mientras tanto, es importante observar si además de no comer presenta otros signos como decaimiento, vómitos, diarrea o cambios en el ánimo. A veces ayuda ofrecer pequeñas cantidades varias veces al día, mantener horarios tranquilos para comer y evitar insistir demasiado o cambiar constantemente de alimentos, ya que eso puede aumentar el rechazo. También conviene asegurarse de que tenga agua fresca disponible y un espacio donde se sienta segura.

Lo más recomendable es una evaluación veterinaria para descartar problemas de salud y orientar mejor la alimentación según su estado general.

Espero que mejore pronto y graciaspor tu consulta.