Blog >

Gatos en casa, mente en forma: por qué su compañía influye en tu bienestar

Tener un gato es mucho más que tener una mascota: es invitar a casa una fuente de calma, conexión emocional y —según estudios recientes— también de salud mental. Científicos han encontrado que convivir con un gato puede ayudar a preservar ciertas funciones cognitivas a medida que envejecemos, como la fluidez verbal y la memoria.

Más allá de lo neurológico, el simple acto de acariciar a un gato, escuchar su ronroneo o convivir con su presencia tranquila tiene efectos terapéuticos. Reduce el estrés, promueve la relajación, mejora el ánimo y regula el sistema emocional. En personas que viven solas o en adultos mayores, el impacto positivo puede ser aún mayor.

Y es que los gatos tienen su propio ritmo, su independencia y su forma sutil de demostrar afecto. Pero en ese equilibrio de cercanía y libertad, muchas personas encuentran compañía, rutina y bienestar.

Cuidarlos también es cuidarse. Convivir con un gato no solo hace bien al alma: también puede hacerle bien al cerebro.

 

Compartir